Como decía John Steinbeck, un viaje es una persona en si misma, no hay dos parecidos, y por este motivo la mayoría de nuestros programas se realizan a medida. En nuestro primer contacto siempre intentamos que sea lo más productivo posible recabando toda la información necesaria para ofrecer un programa que cumpla de lleno con las expectativas del viaje y sea diferente a lo que hayan hecho anteriormente.
Viajar en familia tiene grandes beneficios para los niños, para desarrollarse social y emocionalmente, y generarles una nueva actitud ante la vida y hacia los demás. Con el viaje también aumentarán su capacidad de observación, y de reflexión ya que conocerán personas diferentes, nuevas culturas, nuevos idiomas, otras formas de vivir. Esta nueva visión de otras realidades potenciará el sentido aventurero y explorador de los pequeños, y les despertará otras inquietudes e intereses que enriquecerán su desarrollo.
Nuestras propuestas de lunas de miel son también más innovadoras ya que nuestra idea es que los novios vivan más una experiencia única y se atrevan a hacer un viaje más arriesgado a sitios poco convencionales y poco frecuentados, donde ellos sientan que son descubridores de sitios nuevos.